Las palabras son poderosas.
Tal vez por el miedo que a veces da ese poder, intentamos cambiarlas.
Interpretarlas.
Suponerlas.
ReCrearlas.
Pero las palabras ya dicen lo que tienen que decir.
La cuestión sería respetarlas.
Porque casa es casa. Grande, chica, de 1 o 2 plantas.
Pero es casa.
Y auto, es auto.
Diferente marca, más o menos puertas, pero es auto.
Y cuando veo una casa,no digo ¡que lindo auto!
Con esa misma simplicidad deberíamos respetar todas las palabras.
Porque así como casa es casa y auto es auto, no es no y si es si.
Porque si no quiero ir a algún lado, no voy. Y si quiero, voy.
Simple.
Puedo no querer comer algo, salir con alguien, ir a un cumpleaños.
Puedo querer estar en soledad, visitar a alguien, quedarme en mi casa.
Es una cuestión de respeto.
Puedo no compartir tus elecciones.
Podés no compartir las mías.
Pero cada uno tiene la libertad de elegir y el deber de respetar.
No es No.
Si es Si.
No supongas.
No interpretes.
No creas.
Y si sentís que mi no es si, o a la inversa, guardate la sensación para vos y respetá lo que yo diga.
Que si llegado el caso, me doy cuenta que dije algo y quise decir otra cosa, tendré que aprender yo también a ser más clara.
Es tiempo de respetarnos y respetarse.
Es tiempo de aceptar que las cosas son mucho más claras de lo que pensamos.
Porque.
No es No.
Si es Si.
Asi que,
No supongas.
No interpretes.
No creas.
Puede no gustarte el azul, pero es azul.
Puede no gustarte mi no, pero es no.
Y tal vez es tal vez
Y quizá es quizá
Y tal vez no es si
Y tal vez no es no.
Y quizá sea necesario tiempo para que tal vez y quizá se transformen en otra cosa.
Pero tal vez es tal vez, y quizá es quizá.
Como existe el gris, entre el blanco y el negro.
No es No.
Si es Si.
Asi que,
No supongas.
No interpretes.
No creas.
Respetá.
Porque yo elijo respetarme y a partir de eso ya no hay otra opción.
Respetame.
Y esto va más allá de una cuestión de género.
Acá no debería haber distinción alguna.
Acá cabe la igualdad.
Respetar personas.
Respetar sus elecciones.
Sus decisiones.
Sus palabras.
Palabras.
Son claras, directas, concretas.
¿Será respeto lo que nos está faltando?